domingo, 3 de marzo de 2013

Japoneserías. Se inaugura la exposición Arte en Japón 1868–1945, en el Gnam de Roma

…El mundo está bien
hecho. El instante lo exalta
a marea, de tan alta,
de tan alta, sin vaivén (J. Guillén,
Beato sillón)

Lo que me pasa con algunas de las obras del arte tradicional japonés, en particular los paisajes, me pasa con pocas  de las cosas que me gustan. Veo las imágenes y no quiero saber más, ni quién las hizo, ni de cuándo son, ni qué desigualdades horribles se ocultan quizá  tras el mundo sofisticado que evocan. Esas vistas tienen algo de tan esencial y frágil al tiempo que se bloquea todo ante ellas, como si el tiempo les rindiera pleitesía para que pasaran primero. De dónde viene esa capacidad de anular el contexto, de convencernos de su plenitud. Desde luego, en parte, de su capacidad para evocar arquetipos naturales asociados a estados de ánimo. De esas emociones básicas, las obras no serían sino manifestaciones diacrónicas sofisticadas, algo parecido a algunos actos de habla con respecto al lenguaje. Son paisajes de la mente o del corazón, tanto como figuraciones de la naturaleza. Y por eso quizá también la potencia de este arte tenga que ver con su feliz relación con la artesanía, que en el arte contemporáneo actual tiende a quedar solapada por el presunto genio del artista, como en los productos industriales el sudor del trabajador, la mano que aprieta, tienden a ser escondidos. Si a algo se parecen estas obras es a los mejores productos artesanos, algunos de los cuales pertenecen al mundo del lujo, a la alta costura, a la artesanía de las maletas de alta gama, a los zapatos hechos con lo mejor de lo mejor. Pero a eso, que solo es posible por la acumulación de saberes, de técnicas, de conocimientos transmitidos y respetados, por la tradición, en suma, a la que se une la particularidad, el refinamiento del gran maestro. El inestable equilibrio entre arte y artesanía es quizá lo que a mí me llama más la atención, porque como dice F. Ponge parece que los creadores de estas obras “ressentent violemment le chaos et le dangereux balancement du monde, la légèreté de la personne, sa veritiginosité, sa tendence à sa propre perte – et… désirent volemment des moeurs d’équilibre”.

Todo lo anterior viene a cuento por el hecho de que se inaugura en Roma una exposición de pintura nihonga y artes aplicadas japonesas (Arte in Giappone 1868 –1945) en la Gnam, Galleria Nazionale d'Arte Moderna (Roma) para conmemorar  los 150 años de la creación del Instituto Japonés de Cultura de Roma. Fruto de la colaboración entre la propia Gnam, el National Museum of Modern Art de Tokyo y la embajada de Japón en Italia, la exposición constará de dos partes (La primera, del 26 de febrero al 1 de abril, y la segunda, del 4 abril al 5 de mayo de 2013). Quién sabe si estas obras vendrán a España algún día. Si la Fundación Mapfre, que últimamente parece haber subido de división en cuanto a la calidad de sus exposiciones, se sentirá tentada por ellas, o tal vez la Fundación March. Desde luego, sería estupendo que hiciera parte del programa de la Caixa para su futuro centro cultural zaragozano. Por lo pronto, la exposición de la Gnam conmemora los 150 años de la creación del Instituto Giaponés de Cultura de Roma, y es fruto de la colaboración entre la propia Gnam, el National Museum of Modern Art de Tokyo y la embajada de Japón en Italia.

He aquí alguna de las obras expuestas (Fuente de las fotos):

Roma, il Novecento giapponese alla GnamGyokudo Kawai. Montañas con nubes e lluvia (San'u shinsei) (1929). Nikaido Museum.

Quel '900 senza tempo. Arte figurativa nel Sol LevanteChokunyu Tanomura. Paisaje  de primavera y paisaje de verano (Shunka sansui zu). 1901 (primavera) - 1903 (verano). The National Museum of Modern Art, Kyoto.

 

mostra_arte_giapponese-53582101Chikudo Kishi. Tigres (Mo ko zu) (1895). The Museum of Modern Art, Shiga

 

Roma, il Novecento giapponese alla GnamKansai Mori. Uvas y ardillas (Budo to risu). (1882) Yamaguchi Prefectural Museum of Art.

 

Roma, il Novecento giapponese alla GnamTaikan Yokoyama. Cascada (Hisen). (c. 1900). Aichi Prefectural Museum of Art, Nagoya.

 

mostra_arte_giapponese-53582101Gyokusho Kawabata. Primavera en Muko jima (Muko jima shunshoku) (1894) The Miyagi Museum of Art.

 

 

Roma, il Novecento giapponese alla GnamEikyu Matsuoka. El estanque de Ikaho (Ikaho no numa). 1925. The University Art Museum, Tokyo University of the Arts.

 

mostra_arte_giapponese-53582101Kihachi Tabata. Kimono de mangas largas (furisode) con motivos de crisantemos. The National Museum of Modern Art, Kyoto.

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